Cuando el hombre llegó y se alojó en el hotel, encontró que en la suite presidencial, aparte del cóctel de bienvenida y un jacuzzi de mármol al pie de la cama, había una computadora con conexión a Internet de alta velocidad. Así que se dispuso de inmediato a enviar un email a su mujer pero, al agregar al destinatario se equivocó en una letra y sin darse cuenta lo envió a otra dirección de correo electrónico.
El email fue recibido por una viuda que acababa de llegar del funeral de su marido, que (¡vaya coincidencia!) también usaba en la web el seudónimo cariñoso de "tu pitufo". Así que al leer el correo cayó desmayada.
El hijo de la viuda oyó el golpe en el suelo y entró a la habitación, encontrando a su madre en el suelo sin conocimiento, a los pies de la computadora, en cuya pantalla se podía leer:
Amor: He llegado bien. Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen computadora aquí para poder enviar mensajes a nuestros seres queridos. Acabo de llegar y he comprobado que todo está preparado para cuando llegues este próximo viernes. Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo y relajado como ha sido el mío.
P.D.: No traigas mucha ropa. ¡Aquí hace un calor infernal!